Título: No es
tiempo de peros
Autor: David
Jiménez “El Tito”
Editorial: Ediciones
Versatil, 2018
Encuadernación: Rústica
con solapas
Páginas: 416
Argumento:
Ella ya no es esa policía tímida que no se
atrevía a mirarlo a la cara.
Él ya ni siquiera es policía.
Ambos han pagado un peaje demasiado alto por
trabajar al margen de la ley.
Ahora lo único que los une es una causa común:
encontrar al Cazador.
Pero compartir un objetivo no los convierte en
compañeros, solo en socios; unos socios que tendrán que lidiar con una relación
amor-odio basada en engaños.
Para Zoe, Marcial es el mejor medio para
descubrir al verdadero culpable de la muerte de su novio. Para Marcial, Zoe es
la única compañía humana que no le
resulta insoportable.
La búsqueda del Cazador los une en un nuevo
caso, pero esta vez nada será igual. Marcial ya no tiene una placa que le impida
desafiar las normas, y Zoe simplemente ha dejado de cumplirlas. Ambos iniciarán un descenso a los
suburbios de Cartagena en la investigación de una trama de blanqueo de capitales
que salpicará de sangre los cimientos de la ciudad.
Mi opinión:
Recientemente, leí “Inspector Solo”, la segunda entrega de la trilogía escrita por David Jiménez “El Tito” y quedé encantada.
Ahora,
gracias a SoyYincanera, he podido acercarme a esta magnífica novela, la
tercera entrega, para continuar disfrutando de unos personajes que no dejan
indiferente, de una trama donde la corrupción llega más allá de lo imaginable,
donde no hay respiro y a medida que vas avanzando en la lectura, más lejos
estás de llegar a final, todo ello sin perder ni un ápice de interés.
Sé que suena repetitivo pero, una vez más y
desde las primeras páginas, he quedado enganchada a su protagonista. Marcial,
ese hombre atormentado, adicto a “las rubias” que consume como si no hubiera un
mañana, sin sensibilidad alguna,
solitario, antisocial… Un hombre con un caparazón de acero que impide el acercamiento
de cualquier ser humano. Tanto es así que si alguien se aproxima demasiado, no
duda en apartarlo repartiendo “zascas” sin importarle los sentimientos de
aquellos que lo reciben.
La mentira le ha marcado tanto que incluso
reniega de sus apellidos. Pese a todo ello y como toda regla tiene excepción,
la de nuestro personaje tiene dos: Sola,
su fiel amiga. Una galga que le regala el amor puro como solo saben darlo los
animales y con la que no tiene reparo en
mostrarse tal cual es. Por la que sufre, ríe, llora y si fuese necesario, mataría.
Zoe, su compañera, una mujer que se
ha acercado a él mucho más de lo permitido, y que pese a los malos modos con
que la trata, le preocupa, cuida y protege.
En esta historia, nuestros protagonistas inician
una carrera contrarreloj para investigar sobre una serie de acontecimientos no
resueltos en la entrega anterior. Uno de ellos descubrir al asesino de la
pareja de Zoe y limpiar el nombre del antiguo compañero de Marcial, se lo debe
a su mujer y a sus hijos, a esos gemelos por los que prometió velar.
Efectivamente, y como nos recuerda constantemente
Marcial, No es tiempo de peros, es
tiempo de actuar, de hallar la verdad, de desenmascarar al culpable o los
culpables, de adentrarse e indagar en los sucesos acontecidos, de buscar respuestas aunque para llegar a
ellas haya que recorrer caminos al margen de la ley, saltarse protocolos y ¿por
qué no? ajustar cuentas con todos aquellos que se han cruzado en su camino
alterando su existencia.
Es tiempo para que, a pesar de no pertenecer al
cuerpo de policía por una excedencia voluntaria, nada se interponga en su
camino, consiguiendo así llegar al final de tanto interrogante, trabajando mano
a mano con Zoe que continua siendo policía, pero no la misma que llegó al
cuerpo, más fría, más segura, más curtida, llena de rencor y con ansias de
venganza. La nueva Zoe que sorprende al exinspector que ve en ella rasgos de su
propia personalidad.
Estamos ante una novela trepidante, oscura, que
nos lleva de la mano por una historia en la que van apareciendo muertos que van
cerrando una tras otra cada línea de investigación dejando preguntas sin
respuestas y donde el engaño, la mentira,
definen cada nuevo suceso.
La recomiendo encarecidamente, eso sí, aunque
dicen que es una trilogía que se puede leer por separado, yo empezaría por el
primero. Merecerá la pena, os lo aseguro
Datos del
autor
Fuente: Twiter David Jimenez |
Tras colaborar durante unos meses con Castellón
Noticias redactando artículos sobre novela negra, decidió dar el salto y
escribió Muertes de sobremesa, con la que consiguió abrirse un hueco en el
difícil panorama literario contemporáneo. Con ella se inició la serie de
Marcial Lisón, que continuaría después con Inspector Solo y ahora con No es
tiempo de peros
Vaya reseñaza, niña. ¡Me ha encantado!. Y sí, coincido con que hay que leer las novelas por orden, por muy bien contextualizadas que estén. Pero sobre todo, en todo lo que comentas y por eso yo también la recomiendo encarecidamente. Es una pasada.
ResponderEliminarUn beso.
Has clavado a Marcial, yo no lo hubiera descrito mejor, y si la novela engancha desde el principio y mantiene la tensión gracias a todos esos muertos que van cerrando líneas de investigación y dejándolos una y otra vez en un callejón sin salida. Y yo también recomiendo leerlas en orden, merece la pena ver la evolución de los personajes, paralela a la del propio escritor.
ResponderEliminarTengo que empezar a buscar ya el primer libro, que me estáis dejando con unas ganas tremendas de leer esta trilogía y conocer a Marcial, desde el principio. Fantástica reseña!
ResponderEliminarBesotes!!!
Marcial es como el antihéroe, pero en el fondo de cuerpo malherido se esconde un gran hombre. Al menos yo lo he visto así, porque sus acciones y su vida en sí misma, son el producto de su pasado que me arriesgo a visualizar sin haber leído la primera entrega de esta trilogía. La trama, desde luego, me ha parecido mucho más oscura que la anterior en que también, los personajes, buenos o malos, sucumben a su manera a ese color.
ResponderEliminarMuy buena reseña Elena. Cierto que es trepidante y oscura, muy oscura. Por el caso policial en sí y por el corazón de sus personajes. Ha sido una lectura de esas que te resuenan en la cabeza durante un tiempo. Bss.
ResponderEliminarBuena reseña, Marcial tiene que continuar, es un personaje muy atrayente. El autor me ha sorprendido para bien y su evolución ha ido mejorando con cada novela, la verdad que es muy negra. Besos
ResponderEliminarCoincido contigo en muchas cosas, Marcial es tal y como describes, la historia es dura pero super atractiva para el lector. y evidentemente también recomiendo leerlas por orden.
ResponderEliminarMuy gran reseña Elena, me ha encantado, que bien describes a Marcial. Una novela negra, intensa y que constata la gran evolución de David Jiménez "El tito". Ahora a esperar la próxima, que espero que no tarde mucho en llegar. Un beso
ResponderEliminarUna novela con la que sin duda se disfruta, especialmente si se han leído las dos anteriores, porque "No es tiempo de peros" resulta una novela muy negra, sin duda, que cierra el ciclo de lo acontecido en los dos títulos anteriores, y la evolución de Marcial y de la propia Zoe como personajes, es un punto a destacar. Has descrito muy bien a Marcial, y personalmente he quedado con ganas de más. Ojalá David se apiade de sus lectores y nos ofrezca nuevas historias. Buena reseña.
ResponderEliminarEstá claro que tengo que leer la primera parte porque, aunque he disfrutado muchísimo de las otras dos, intuyo que, como bien dices, es más recomendable leerlas en orden. Qué cabrón es Marcial pero a la vez qué majete, a mí desde luego me ha encantado como personaje.
ResponderEliminarMe ha encantado lo de tus "Zascas", pero es verdad, es que Marcial los reparte como nadie.
ResponderEliminarQue grandisima reseña amiga. Besos mil.